Fernando Alejandre Farías.
Por mera finalidad intrínseca de la educación en cualquier parte del mundo debe de perseguir objetivos muy específicos y no divagar en sus metas, sin embargo existen países como el nuestro (México) en el cual esta cuestión de bien social pasa a ser un aspecto casi de segundo término u orden para el gobierno y sus dirigentes en todos los órdenes de gobernabilidad.
Y en cambio las personas que tienen como cargo principal el estructurar y dirigir los sistemas educativos de México hacen saber y pensar a la ciudadanía que siempre se está buscando realizar cambios referentes a los planes y programas de estudio para el avance del país como sociedad e incluso como una potencia.
Ante este tipo de situaciones es que la población debería de estar preparada e informada, para saber realmente que es lo que se pretende con los cambios estructurales tan a menudo dados en el sector educativo. Debe ser de nuestro conocimiento que el sistema económico capitalista es el que rige la mayor parte del planeta tierra creando un mismo mercado sumergido en las inclemencias o bondades que pueda ofrecer Estados Unidos de América y otros pocos personajes de la economía mundial.
Menciono lo anterior debido a que nuestro país por regirse en base a este sistema de economía global se ve invadido territorialmente hablando por miles de empresas trasnacionales, las cuales solo integra a sus filas personas con una supuesta educación o grado alcanzado. Pero en realidad es que buscan aquel tipo de individuos que sepa acatar órdenes sin poner peros.
Y es aquí donde se vislumbra en base a qué son estructurados los planes y programas de estudio en un país regido por el sistema de economía antes mencionado. Ante este tipo de situaciones es necesario que los ciudadanos, maestros y alumnos se encuentren al pendiente del verdadero trasfondo de los cambios realizados y siempre velando porque desde el orden de gobierno más alto se procure la mejor educación para la ciudadanía basada en gran parte al desarrollo del pensamiento crítico.