El Diseño Curricular como Factor de Calidad Educativa
POR: FÁTIMA MENDOZA ORTIZ
Mucho se ha hablado de la Calidad Educativa, durante los últimos años; sin embargo este tema sólo queda en palabras ya que no se ha logrado ejecutar como se ha pretendido con todos sus beneficios y bondades de la misma.
Ma. Antonia Casanova nos aclara los conceptos y realidades que se nos ofrecen en el día a día de la práctica docente. Ella nos expresa la necesidad que existe en la Educación de mejorar los contenidos para facilitar la absorción de los mismos por los estudiantes, sin recurrir a la memorización como lo manifiesta la educación tradicional; para estos tiempos la sociedad demanda y exige calidad educativa para los alumnos de todos los niveles escolares, donde el objetivo sea preparar para la vida, meta que siempre se ha perseguido a su permanencia social.
El concepto calidad es algo dinámico, que va modificándose con el tiempo y con las personas por supuesto; han descrito algunos autores la Calidad para todos, según su perspectiva y coinciden en la importancia de la mejora permanente considerando que la sociedad cambia y no puede ni debe quedarse atrás, es cuando se habla de dinamismo. La calidad de un sistema, jamás estará por encima de la calidad del docente, ambos deben crecer a la par.
Hay que abogar por un currículo que incluya todo lo importante para que la población disponga de una formación básica integral para que favorezca aprendizajes transferibles y que permitan desenvolverse satisfactoriamente en la vida.
Nuestros sistemas educativos, sufren de un grave problema, la cantidad impresionante de contenidos que se pretende introducir en los alumnos y que además se pide que lo memoricen sin mayor utilidad en el transcurso de la vida, se necesita enseñar a discriminar la información que se imponen en los programas, ya sabemos que un libro es sólo un instrumento de estudio, no quiere decir que se tenga que tomar como una guía para abordar contenidos a los que se está sujeto un plan anual. La autora invita a las instituciones para uniformarse en la metodología que se debe llevar en una escuela, todos los docentes de un centro de trabajo debe de ponerse de acuerdo en el modo de trabajar cohesionada y coherentemente para que los alumnos reciban un discurso educativo no contradictorio y con la misma preparación para afrontar la responsabilidad de la enseñanza.
Esta nueva propuesta o modelo educativo pretende el trabajo colaborativo, conocido como el trabajo en equipo como una nueva incorporación de las competencias básicas a la educación obligatoria; vivimos en una sociedad que requiere el trabajo en equipo que no permite el individualismo. Un verdadero cambio educativo se dará cuando sean modificadas las metodologías y evaluaciones de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
La evaluación dirige los sistemas educativos, siempre ha existido una prueba evaluadora en todo momento; si únicamente valoramos con un examen las habilidades de los alumnos lo más probable es que obtengamos un resultado erróneo y a su vez pobre de características; es penoso que en el 2013 sigamos creyendo que la educación siga formando a personas sumisas, repetitivas, poco críticas, nada emprendedoras; es correcto creer que evaluar todo lo que el estudiante hace día a día de su trabajo escolar y todo lo que hace el profesor pueda registrarse, sin embargo existen diversas maneras de evaluar de un modo continuo y cualitativo para reforzar y corregir; entre ellas se encuentran la evaluación formativa: se refiere a todo el proceso de aprendizaje del alumno y orientación; evaluación global: se consideran los valores, actitudes y normas; evaluación inicial: al principio de cada fase de aprendizaje denominada también de diagnóstico; evaluación normativa: por sus aptitudes, sin tomar en cuenta sus capacidades; evaluación cualitativa: la calidad del aprendizaje obtenido; evaluación sumativa: exclusivamente al finalizar el proceso de aprendizaje, entre otras.
Para obtener un resultado verídico se necesita dedicar el tiempo para valorar a cada uno de los estudiantes; es un gran trabajo que se realiza con cada uno de los estudiantes para mejorar la educación que se ofrece en nuestro país.
A continuación dejo una historia para reflexionar la posibilidad que existe de mejorar la educación y que no existe pretexto para evadir la responsabilidad que se tiene como docente.
Cuando la revista estadounidense Wired mostró en su portada el rostro de una niña mexicana a la que nombró "la próxima Steve Jobs", el interés sobre Paloma Noyola se desató entre los medios locales e internacionales. Todos trataban de entender por qué la publicación especializada en tecnología había nombrado así a la chica.
El secreto estaba detrás de un hombre, su profesor de educación primaria.
En las decenas de subsecuentes entrevistas, programas de televisión y radio, la niña hizo referencia a Sergio Juárez Correa, el maestro de 31 años que había decidido implementar métodos de enseñanza nunca antes vistos en la pequeña escuela José Urbina López situada al lado de un basurero en la ciudad fronteriza de Matamoros, en Tamaulipas.
Los resultados no sólo le dieron el primer lugar nacional en matemáticas a Noyola, también a otros 13 alumnos que obtuvieron lugares destacados en la prueba que mide los resultados a nivel nacional y mostraron un incremento en el rendimiento de todo el curso.
Cifras nada despreciables para el sistema educativo de un país que ha sido "reprobado" en evaluaciones internacionales, como la del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). En 2010, México quedó en el último lugar entre los países que pertenecen a la organización.
Los reflectores ahora iluminaron al maestro.
La historia
"Habían logrado investigar, meterse a la web y conocer tantas cosas del mundo que para ellos parecían imposibles" Sergio Juárez, profesor de primaria.
Antes del inicio del curso 2011, Juárez había notado desde su escritorio el aburrimiento y desinterés de los niños que lo miraban sentados en su pupitre sin moverse. Las arduas condiciones que debían pasar para llegar a un colegio en una zona rural marginada no ayudaban. Algunos, simplemente, no asistían. Juárez era su única fuente de conocimiento. Les impartía cada día más de ocho materias.
"Soy profesor de ciencias, matemáticas, español, historia, geografía, de ciencias… de todo", contó el profesor a BBC Mundo, al explicar que los alumnos sólo cuentan con un maestro. Desde la computadora de su casa, empezó a buscar "palabras clave" como tecnología, trabajo en equipo, trabajo activo, trabajo colaborativo. "Una de ellas fue la palabra 'inspirar'. Eso puede sonar muy simple pero si la llevamos a cabo dentro de un salón de clases, si tratamos de ligarla a un proceso de enseñanza y aprendizaje, creo que podemos lograr grandes cosas", explicó Juárez.
Gracias a los resultados del motor de búsqueda, Juárez tuvo acceso a las ideas de investigadores, pedagogos y profesores sobre el trabajo en equipo y otras metodologías educativas innovadoras. Se inspiró en métodos con pocas evaluaciones formales como los de las escuelas finlandesas o el de Sugata Mitra, experto en educación y tecnología de la Universidad de Newcastle en Reino Unido, que deja que los niños aprendan y exploren a través de la red.
"Una de las que más me funcionó fue la de dinámicas dentro del grupo… Y que descubran, descubran el conocimiento", dice Juárez.
Obstáculos. Llevar a la escuela estas ideas revolucionarias no fue fácil. Primero tuvo que proponerlo a los directivos del colegio.
"Al principio dudé porque toda esta información que tenía era basada en experimentar pero (…) pedí permiso de cambiar la estrategia, el rumbo y pudimos no solamente sentarnos en el aula a hacer lo mismo de siempre, si no también innovar", explica el profesor.
Por primera vez, los alumnos de Juárez tuvieron acceso a una computadora.
Juárez tenía todavía que vencer otros problemas prácticos. En la escuela no había internet y los alumnos –hijos de pepenadores (personal del servicio de limpieza público)- no habían estado frente a una computadora. "Ellos no tenían ningún acceso. A la mejor, algunos apenas tenían agua en su casa, no contaban con luz". Tras conseguir una computadora regalada, el maestro inició el experimento y dejó a los niños libres de entrar y 'preguntar' al artefacto sus dudas. Los resultados no se hicieron esperar. "Al principio, reaccionaron con miedo porque estaban acercándose a algo que en su vida jamás habían tocado. Descubrían cosas que ni yo había logrado explicarme. Habían logrado investigar, meterse a la web y conocer tantas cosas del mundo que para ellos parecían imposibles", explica.
"Era tan diferente a los juegos que ellos habían utilizado hasta ahora, a las herramientas que usan como sus libros de texto (libros gratuitos elaborados por la Secretaría de Educación y de uso obligatorio en todas las escuelas)", dice Juárez.
"Teniendo la herramienta se preguntaban situaciones de la vida diaria y era un conocimiento con base al descubrimiento". Juárez notó el cambio en el comportamiento de sus alumnos casi de inmediato. Se sentaban en grupo, elegían representantes, asistían a clases y aprendían con facilidad. Un logro para un país en el que, según algunos expertos, sólo la mitad de las personas menores de 15 años asiste a la escuela. Casi al final del curso, pudo obtener un resultado cuantificable gracias a la prueba Enlace, un tradicional examen de opción múltiple que se implementa anualmente en las escuelas primarias –rurales, privadas y públicas- de todo el país.
Los resultados lo sorprendieron. Su grupo obtuvo un incremento de "casi 4% en cuestión de excelencia". Paloma Noyola, la alumna que se distinguía por su participación y veloz aprendizaje, obtuvo el puntaje más alto en matemáticas y los medios empezaron a hablar de ella. Según los resultados de la prueba, sólo 7% de los alumnos reprobaron matemáticas y 3.5% español. La comparación con el año anterior no dejó lugar a dudas: en 2010, 45% de los alumnos había reprobado matemáticas y 31% fueron insuficientes en español.