viernes, 8 de noviembre de 2013

ANÁLISIS- ACUERDO NACIONAL PARA LA MODERNIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN BÁSICA (ANMEB)

Por: L.D.C. Leonardo Daniel Pérez Camacho

 

El Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB) en mayo de 1992, es posible concebirla como una medida apremiante enfocada a reformar sustancialmente el nivel educativo, pero también como una respuesta al compromiso adquirido por el gobierno mexicano en la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos, beneficiada por el Banco Mundial y varias agencias de las Naciones Unidas. Estos regímenes internacionales son acuerdos que resultan de la cooperación, por medio de la cual los Estados regulan sus relaciones entre sí dentro del campo de un tema en particular, lo que en gran medida genera estabilida en el orden internacional. El papel del Banco Mundial es auto concebido como asesoramiento a los gobiernos para la reforma educacional, poniendo especial énfasis en la estructura de financiamiento y gasto, a la rentabilidad educativa y la eficiencia.

 

Los participantes reafirmaron el derecho de todos a la educación, establecen compromisos de actuar en colaboración, tomando las medidas para alcanzar los objetivos de la educación para todos, los cuales contemplan la satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje, universalizar el acceso a la educación y fomentar la equidad, concentrar la atención en el aprendizaje, ampliar los medios y el alcance de la educación básica, mejorar las condiciones de aprendizaje, fortalecer la concertación de acciones, desarrollar políticas de apoyo, movilizar los recursos y fortalecer la solidaridad internacional.

 

A la vez, el ANMEB4 puede contemplarse como una estrategia de legitimidad Educativa de un nuevo modelo de relaciones Estado-Sociedad, generado por la dinámica mundial de las economías.

 

Por otra parte en el ANMEB se destacan y reconocen, entre otros aspectos los retos en la educación principalmente en relación a: las limitaciones de la cobertura educacional, las  tendencias de centralización del sistema educativo en el que se observan cargas burocráticas excesivas; la responsabilidad de la educación de niños y jóvenes no es cabalmente compartida por la escuela, los padres de familia y la comunidad y, principalmente la deficiente calidad de la educación básica pues no proporciona el conjunto adecuado de conocimientos, habilidades, capacidades y destrezas, actitudes y valores necesarios para el desenvolvimiento de los educandos, para que contribuyan a su propio progreso social y al desarrollo del país.

 

Para atender los retos educativos se distinguen dos campos de acción: el que comprende factores inherentes al desarrollo general del país, como el nivel y el crecimiento del ingreso percápita, la distribución del ingreso nacional, el acceso a servicios básicos y la calidad de la alimentación de niños y jóvenes.

 

De lo anterior, con el cambio institucional iniciado con la firma del ANMEB se generaron procesos de oposición, resistencia, actitudes y acciones orientadas hacia el control social, el poder dominante y contra quienes lo ejercen, pues involucró modificaciones en: las formas de trabajo, la orientación de los contenidos culturales que se encuentran en el Plan y los Programas, las estructuras curriculares, la organización del sistema educativo, la toma de decisiones al interior de los centros escolares, las formas de reconocimiento social a la función docente y en la responsabilidad de los actores para lograr una educación de calidad.

 

Si bien las normas son sólo parte del quehacer institucional, las reglas no escritas tienen gran peso en la toma de decisiones y en el desarrollo de las actividades. Con la aplicación del ANMEB se modificaron las rutinas y las reglas que operaban en el sistema, encontrando un escenario adverso.

 

Las tendencias de los procesos de resistencia hacia el ANMEB eran y son cuatro líneas estratégicas: reformulación de plan y programas; actualización, capacitación y superación profesional; carrera magisterial  y reorganización administrativa.

 

Con la ausencia de un proceso de diseño y planeación democráticas que identificaron a la firma, a la puesta en marcha del ANMEB y a las normas emergentes, se generó un clima adverso entre los profesores de primaria, las dificultades para instalar las principales líneas de trabajo se multiplicaron, las reglas del sistema se vieron alteradas, pues se tensionaron viejos esquemas relacionados con la toma de decisiones y organización del trabajo.

 

El saldo es desfavorable a 20 años de operar el ANMEB; la manifestación de las actitudes de resistencia de los maestros reflejan la inconsistencia de una reforma institucional abocada a elevar la calidad educativa.

 

Las resistencias en el magisterio ante el ANMEB, son clasificadas en: propositiva, de bajo perfil, por desacuerdo explícito, por incongruencia entre el discurso y la práctica y, por  desconocimiento.

 

Las evidencias en el trabajo docente y la relación con los alumnos son importantes para visualizar los avances y retrocesos del ANMEB, ya que se puede considerar si esta se realiza de acuerdo a los contenidos sugeridos en los programas; si la carga de trabajo asignado principalmente a las materias que desempeña por nivel educativo es la adecuada; si ha impactado la actualización del profesor en la transformación social-cultural y a la posibilidad de que la carrera magisterial o superación personal, haya influido positivamente en la calidad de los resultados.

 

Finalmente el ANMEB se caracteriza frente a la oposición por lo siguiente:

·         La firma del acuerdo fue una decisión de tipo cupular, la que por carecer de consenso generó actitudes de resistencia diferenciadas como el rechazo, la apatía y la simulación hacia la autoridad, las reglas y a las estructuras curriculares.

·         La estrategia utilizada para el cambio institucional es considerada como desfavorable.

·         Los resultados a la fecha de esta reforma institucional son adversos a los fines previstos y se observa insatisfacción de los maestros hacia algunos aspectos de las líneas estratégicas del ANMEB.

·         Se identificaron cinco perfiles de resistencias predominantes: por desconocimiento, incongruencia entre el discurso y la práctica, desacuerdo explícito, de bajo perfil y propositiva.